La rebelión de los hóplitas o Grecia en Llamas

Desde el Ateneo bajaba la columna de fuego, los hóplitas y espartanos luchaban sin descanso sobre las piedras de los panteones de dioses quebrados, estos últimos blandían sus lanzas sobre los niños aterrados, la sangre brotaba de sus pechos infantes, el humo hacia imposible la visibilidad y desde el Ática se escuchaba el llanto de las madres que venían en procesión a despedir a sus hijos muertos.

El Peloponeso bañado en gases lacrimógenos que caían como flechas de troyanos, Ares con su armadura de bronce no respeta edades, ha desatado la furia entre los Atenienses, su lanza a clavado la costilla de Alexandros de la cual brota agua, agua amarga de la que toman jóvenes, ayos y padres.

Grecia llora su muerte, y se vuelca a derrumbar los templos de los dioses que alguna vez dieron seguridad a la Ciudad Estado, degollan a sus pitonisas, matan a sus profetas, incendian sus monumentos colosales y sus estatuas hechas con sangre y sudor de hombre, suben al Ágora a asesinar a sus senadores y despojarlos de sus atavíos. Grecia pide filosofía; demiurgos y geomoros, la demos, piden el kratos.

Grecia solo se encuentra con su verdugo, una Europa de espaldas, Hades mismo, requiriendo mas muertos, sus mensajeros la han aislado y el imperio a dejado a su suerte a tebanos, atenienses, y espartanos, las polis arden a lo lejos.

"Canta, o diosa la cólera del pélida Aquiles, cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes a quienes hizo presa de perros y pasto de aves".

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Un movimiento de masas se levanta contra el estado en Grecia - Rebelión.org